Profesores

Pepe Rosas
Pepe comenzó a bailar en 2016. Tuvo que tomar un curso extracurricular de danza mientras estudiaba derecho, su maestra propuso exponer sobre bailes del mundo, le asignó el Lindy Hop, y desde ese momento su vida cambió por completo. Sintió que el baile lo había elegido y, junto a Judith Ruiz, se convirtió en uno de los fundadores de la comunidad en Bogotá.
Para Pepe, el baile es mucho más que un pasatiempo: es un lenguaje artístico que le permite expresar emociones, materializar conceptos y dar forma física a ideas que enriquecen su vida. Bailar es su forma de conectar con otras personas y culturas, de explorar la sensibilidad que surge entre cuerpos a través de la música y el movimiento.
El Lindy Hop ha sido su puerta de entrada para entender el cuerpo tanto física como emocionalmente, y también para construir comunidad. Cree firmemente que en el baile se pueden visibilizar los valores del jazz y otras músicas cercanas. Reflexivo y curioso, Pepe explora constantemente nuevas formas de moverse.
Ha participado en festivales latinoamericanos en México, Perú y Brasil, y en 2022 recibió la distinción de Ambassador of Lindy Hop por la Frankie Manning Foundation, reconociendo su trabajo en una escena emergente. También ha viajado a Europa para seguir formándose y compartir sus conocimientos.
Además del Lindy Hop, practica Locking, danza contemporánea, house y contact improvisation.
💛 Para Pepe, bailar es conciencia corporal, satisfacción, armonía… y un reto constante que lo inspira a seguir explorando.
Pepe Rosas
Pepe comenzó a bailar en 2016. Tuvo que tomar un curso extracurricular de danza mientras estudiaba derecho, su maestra propuso exponer sobre bailes del mundo, le asignó el Lindy Hop, y desde ese momento su vida cambió por completo. Sintió que el baile lo había elegido y, junto a Judith Ruiz, se convirtió en uno de los fundadores de la comunidad en Bogotá.
Para Pepe, el baile es mucho más que un pasatiempo: es un lenguaje artístico que le permite expresar emociones, materializar conceptos y dar forma física a ideas que enriquecen su vida. Bailar es su forma de conectar con otras personas y culturas, de explorar la sensibilidad que surge entre cuerpos a través de la música y el movimiento.
El Lindy Hop ha sido su puerta de entrada para entender el cuerpo tanto física como emocionalmente, y también para construir comunidad. Cree firmemente que en el baile se pueden visibilizar los valores del jazz y otras músicas cercanas. Reflexivo y curioso, Pepe explora constantemente nuevas formas de moverse.
Ha participado en festivales latinoamericanos en México, Perú y Brasil, y en 2022 recibió la distinción de Ambassador of Lindy Hop por la Frankie Manning Foundation, reconociendo su trabajo en una escena emergente. También ha viajado a Europa para seguir formándose y compartir sus conocimientos.
Además del Lindy Hop, practica Locking, danza contemporánea, house y contact improvisation.
💛 Para Pepe, bailar es conciencia corporal, satisfacción, armonía… y un reto constante que lo inspira a seguir explorando.


Pepe Rosas
Pepe comenzó a bailar en 2016. Tuvo que tomar un curso extracurricular de danza mientras estudiaba derecho, su maestra propuso exponer sobre bailes del mundo, le asignó el Lindy Hop, y desde ese momento su vida cambió por completo. Sintió que el baile lo había elegido y, junto a Judith Ruiz, se convirtió en uno de los fundadores de la comunidad en Bogotá.
Para Pepe, el baile es mucho más que un pasatiempo: es un lenguaje artístico que le permite expresar emociones, materializar conceptos y dar forma física a ideas que enriquecen su vida. Bailar es su forma de conectar con otras personas y culturas, de explorar la sensibilidad que surge entre cuerpos a través de la música y el movimiento.
El Lindy Hop ha sido su puerta de entrada para entender el cuerpo tanto física como emocionalmente, y también para construir comunidad. Cree firmemente que en el baile se pueden visibilizar los valores del jazz y otras músicas cercanas. Reflexivo y curioso, Pepe explora constantemente nuevas formas de moverse.
Ha participado en festivales latinoamericanos en México, Perú y Brasil, y en 2022 recibió la distinción de Ambassador of Lindy Hop por la Frankie Manning Foundation, reconociendo su trabajo en una escena emergente. También ha viajado a Europa para seguir formándose y compartir sus conocimientos.
Además del Lindy Hop, practica Locking, danza contemporánea, house y contact improvisation.
💛 Para Pepe, bailar es conciencia corporal, satisfacción, armonía… y un reto constante que lo inspira a seguir explorando.
Pepe Rosas
Pepe comenzó a bailar en 2016. Tuvo que tomar un curso extracurricular de danza mientras estudiaba derecho, su maestra propuso exponer sobre bailes del mundo, le asignó el Lindy Hop, y desde ese momento su vida cambió por completo. Sintió que el baile lo había elegido y, junto a Judith Ruiz, se convirtió en uno de los fundadores de la comunidad en Bogotá.
Para Pepe, el baile es mucho más que un pasatiempo: es un lenguaje artístico que le permite expresar emociones, materializar conceptos y dar forma física a ideas que enriquecen su vida. Bailar es su forma de conectar con otras personas y culturas, de explorar la sensibilidad que surge entre cuerpos a través de la música y el movimiento.
El Lindy Hop ha sido su puerta de entrada para entender el cuerpo tanto física como emocionalmente, y también para construir comunidad. Cree firmemente que en el baile se pueden visibilizar los valores del jazz y otras músicas cercanas. Reflexivo y curioso, Pepe explora constantemente nuevas formas de moverse.
Ha participado en festivales latinoamericanos en México, Perú y Brasil, y en 2022 recibió la distinción de Ambassador of Lindy Hop por la Frankie Manning Foundation, reconociendo su trabajo en una escena emergente. También ha viajado a Europa para seguir formándose y compartir sus conocimientos.
Además del Lindy Hop, practica Locking, danza contemporánea, house y contact improvisation.
💛 Para Pepe, bailar es conciencia corporal, satisfacción, armonía… y un reto constante que lo inspira a seguir explorando.


Pepe Rosas
Pepe comenzó a bailar en 2016. Tuvo que tomar un curso extracurricular de danza mientras estudiaba derecho, su maestra propuso exponer sobre bailes del mundo, le asignó el Lindy Hop, y desde ese momento su vida cambió por completo. Sintió que el baile lo había elegido y, junto a Judith Ruiz, se convirtió en uno de los fundadores de la comunidad en Bogotá.
Para Pepe, el baile es mucho más que un pasatiempo: es un lenguaje artístico que le permite expresar emociones, materializar conceptos y dar forma física a ideas que enriquecen su vida. Bailar es su forma de conectar con otras personas y culturas, de explorar la sensibilidad que surge entre cuerpos a través de la música y el movimiento.
El Lindy Hop ha sido su puerta de entrada para entender el cuerpo tanto física como emocionalmente, y también para construir comunidad. Cree firmemente que en el baile se pueden visibilizar los valores del jazz y otras músicas cercanas. Reflexivo y curioso, Pepe explora constantemente nuevas formas de moverse.
Ha participado en festivales latinoamericanos en México, Perú y Brasil, y en 2022 recibió la distinción de Ambassador of Lindy Hop por la Frankie Manning Foundation, reconociendo su trabajo en una escena emergente. También ha viajado a Europa para seguir formándose y compartir sus conocimientos.
Además del Lindy Hop, practica Locking, danza contemporánea, house y contact improvisation.
💛 Para Pepe, bailar es conciencia corporal, satisfacción, armonía… y un reto constante que lo inspira a seguir explorando.
Pepe Rosas
Pepe comenzó a bailar en 2016. Tuvo que tomar un curso extracurricular de danza mientras estudiaba derecho, su maestra propuso exponer sobre bailes del mundo, le asignó el Lindy Hop, y desde ese momento su vida cambió por completo. Sintió que el baile lo había elegido y, junto a Judith Ruiz, se convirtió en uno de los fundadores de la comunidad en Bogotá.
Para Pepe, el baile es mucho más que un pasatiempo: es un lenguaje artístico que le permite expresar emociones, materializar conceptos y dar forma física a ideas que enriquecen su vida. Bailar es su forma de conectar con otras personas y culturas, de explorar la sensibilidad que surge entre cuerpos a través de la música y el movimiento.
El Lindy Hop ha sido su puerta de entrada para entender el cuerpo tanto física como emocionalmente, y también para construir comunidad. Cree firmemente que en el baile se pueden visibilizar los valores del jazz y otras músicas cercanas. Reflexivo y curioso, Pepe explora constantemente nuevas formas de moverse.
Ha participado en festivales latinoamericanos en México, Perú y Brasil, y en 2022 recibió la distinción de Ambassador of Lindy Hop por la Frankie Manning Foundation, reconociendo su trabajo en una escena emergente. También ha viajado a Europa para seguir formándose y compartir sus conocimientos.
Además del Lindy Hop, practica Locking, danza contemporánea, house y contact improvisation.
💛 Para Pepe, bailar es conciencia corporal, satisfacción, armonía… y un reto constante que lo inspira a seguir explorando.
